Equipos de trabajo remoto: principales retos para los líderes en 2020
Antes de toda la revolución y el impacto generado por el Covid-19, los titanes del mundo empresarial, que entendían la importancia de digitalizarse y de ofrecer una forma de trabajo más flexible para sus colaboradores, ya se habían sumado al teletrabajo, implementando modelos más acordes a la actualidad. Pero, sin duda, el correcto funcionamiento de las organizaciones y la responsabilidad que implica ejercer las tareas a distancia cae en la toma de decisiones de los directivos y en la honestidad de quienes cumplen funciones dentro de las compañías.
Es evidente que las ventajas teóricas de los equipos de trabajo remotos son muchas, no obstante, en la práctica las cosas no siempre son tan sencillas. El trabajo a distancia es particularmente vulnerable a problemas de comunicación, confianza y desempeño cuando elementos clave como el liderazgo o la tecnología no funcionan de la mejor manera y no siguen el mismo compás.
Agilidad para afrontar los cambios
Las empresas vienen estructuradas con un ADN casi intrínseco para conseguir eficacia dentro de la estabilidad, mientras que el contexto actual exige agilidad, transformación y adaptabilidad. Por lo cual, para poder manejar esta nueva estructura, hace falta tomar pequeños riesgos y experimentar, con el fin de evolucionar rápidamente.
Asimismo, al ambiente de incertidumbre creciente en el que operan las organizaciones se le suma otro gran reto como la inclusión de la tecnología; problemas que ameritan ser enfrentados por verdaderos líderes que puedan adaptarse y evolucionar para satisfacer las necesidades actuales de las empresas, por lo cual los líderes del 2020 deben ser ágiles y digitales.
¿Cuáles son los retos que debe asumir el líder de hoy?
Entre los grandes temores de los empleadores se encuentra el abuso de políticas relacionadas al teletrabajo, con las que se pierda el control de las personas que trabajan para ellos y, por consiguiente, se generen pérdidas económicas o problemas que alteren la organización. De hecho, entre los principales miedos de los empleadores se encuentra que se abuse de este tipo estrategia y la dificultad de supervisión.
Por su parte, los empleados tienen como mayor preocupación la falta de comunicación con sus pares y la inequidad que se pudiese generar a la hora de realizar el trabajo.
En este contexto, para que el líder realice un trabajo realmente exitoso debe desarrollar nuevas habilidades que le permitan gestionar de manera eficiente a su equipo de trabajo; algunas de ellas son: confiar en cada miembro del grupo, gestionar la comunicación virtual y basar las decisiones en datos que puedan ser analizados.
Liderazgo ágil
¿Cómo puede hacerlo? El líder deberá autorregularse y entregar valor (la contribución será medida por lo que aporta realmente cada persona, no por la cantidad de horas de trabajo). Además, es vital pasar de la competencia a la colaboración, del control a la confianza, dejando de poner el foco en el problema y centrándose en los resultados.
Dentro de este contexto, es apremiante la necesidad de desarrollar propuestas de liderazgo más pertinentes y ajustadas a los cambios que se presentan hoy –estrechamente relacionados con la sensación de incertidumbre– y a la realidad de las organizaciones, en las que es innegable la constante dinámica de modernización de sistemas, la digitalización de la información y la comunicación virtual en muchas de las interacciones de relación social y laboral. En otras palabras, el liderazgo debe pasar de lo tradicional a lo ágil para poder hacerle frente a las exigencias organizacionales y al ritmo acelerado de las tecnologías.